lunes, 1 de septiembre de 2014

Casi el fin

No me resigno a dar la despedida
a tan altivo y fuerte sentimiento,
que tanto impulso y luz diera a mi vida.

No es su culminación lo que lamento;
su culminar no causa la partida,
la causará tal vez, su acabamiento. 
-Manuel Altolaguirre-

De mi guerra y de mis huesos,
de mi garganta seca y agrietada,
de todo aquello que en el alma pervive
como una furia loca que no acaba.
Pero presiento el fin,
lo voy oliendo en cada callejuela,
en cada coma y en cada pergamino
asediando pistilos y estrellas.
Pero resisto el soplo,
no me desligo de sus sensación última,
de la mandíbula de fuego que apresa mi carne todavía.
¿Cómo será mañana?
Importa todo.
Pero es verdad que lento va apagándose,
la última vela de mi anhelo.

Alberto Madariaga
(2014)
a Nadia

1 comentario:

  1. Encuentro este poema tuyo, Alberto, y me sorprende ser el primero que escribe un comentario, muestra una madurez exquisita, un discurrir por un sendero clásico y moderno a la vez, una preocupación eterna en el pensamiento y una profundidad que hiere. En unos pocos versos se desgrana tu inmenso recorrido como poeta.

    Un abrazo.

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