Lentamente me iré mimetizando,
en costumbre sin par a lo indolente
y quizá con la risa se alimente,
el sereno clamor con tono blando.
Esperanza del "cómo", "dónde" y "cuándo",
seguirá relumbrando en lo inclemente,
aunque pueda la fuerza de lo ausente,
pertrechar su ansiedad, pero callando.
Es por eso que acaso en la alborada,
un letargo será la tez anclada,
para darme la calma, luego el juicio.
Se prolongan la forma y beneficio,
en el fuego sagaz de la mirada,
que se añeja en suspiros de artificio.
Alberto
Madariaga
(2011)
aunque pueda la fuerza de lo ausente,
pertrechar su ansiedad, pero callando.
Es por eso que acaso en la alborada,
un letargo será la tez anclada,
para darme la calma, luego el juicio.
Se prolongan la forma y beneficio,
en el fuego sagaz de la mirada,
que se añeja en suspiros de artificio.
Alberto
Madariaga
(2011)