viernes, 30 de septiembre de 2011

Ebriedad de Porcelana




No se cita por suerte de mi lado,
matemático ingenio sin clausura,
tan fugaz como beoda levadura
y de raro abolengo mutilado.

Si he de verme del Oro separado,
se separe total mi conjetura,
a manera de cinta que procura,
su naufragio final, pero sesgado.

¡Ah de máscaras huecas y rapaces!
Maquillajes de clara pesadumbre,
siendo clones de ingenios más mordaces.

Tiene el Tigre, por cierto, como cumbre,
flamas propias y puras, no fugaces
resplandores que imitan a la lumbre. 

Alberto
     Madariaga
(2011)

jueves, 29 de septiembre de 2011

De tus manos...

Tienen mis manos vastos humedales,
a la espera febril de que tus manos,
sacien calores hondos y lejanos,
en conciertos de niebla y ventanales.

No me sostienen íntimos raudales,
sino la sensación de tus veranos,
desvaneciendo en mí sus tintes llanos,
con furias y pasiones a caudales. 

Tienen mis dedos molde y tesitura,
para grabar cual fiel fotografía,
de tu caricia el paso y su ternura.

Quiero tener un palmo de porfía
y ser un sol de fiebre y de locura,
al percibir tu mano con la mía. 

Alberto Madariaga
(2011)
a Nadia

sábado, 24 de septiembre de 2011

Desde lejos...

Mira, que no ves y tú me sientes,
no estás brillando aquí, pero te siento...
Nos ata en la distancia el pensamiento
y vibra la pasión en nuestros dientes.

Los cuerpos de los dos están ausentes,
en círculos de sombras y de viento...
Y sin embargo, amor, el firmamento,
acoge nuestras almas ya vehementes.

Mira que no es tu boca mi morada
-al menos no vislumbra todavía-
y sin embargo siento, que implacable,

me muerdes desde el labio hasta la umbría,
y sangras de mi piel amordazada,
el rictus más carnal e inenarrable.

Alberto Madariaga
(2011)
a Nadia

Por la noche.

Una noche, mujer, sin previo aviso,
sentirás en tu dermis la noticia,
del temblor suscitado en mi caricia,
cual fantasma que ronda de improviso.

Sacudido en tu pecho, todo el piso,
abrirás una grieta a la delicia,
en el vuelo de ganas que propicia,
el despierto tesón que unirnos quiso.

Y no espantes amor, que no hay engaño,
de diabólico espectro y negro daño,
si es mi esencia quien llega a visitarte.

Temblará de tu seno el estandarte,
al calor de mi beso y desempaño,
para sólo en su anhelo cobijarte.

Alberto
          Madariaga
(2011)
a Nadia

miércoles, 21 de septiembre de 2011

De tus ojos se llena la alborada...

De tus ojos se llena la alborada,
huele a ti la campana del ambiente
y se torna vibrante y diferente,
esta calma que nace inesperada.

En mi sombra convive desatada,
de tu sombra la huella permanente;
cuánto blanco delirio intermitente,
nos conmueve la sangre enamorada.

Esta atmósfera plagada de tu aroma,
del idioma vivaz que de tu cuello,
en mi pecho se adentra como poma.

Y mi olfato te sigue en plena noche,
escuchando en el mapa del derroche,
de tu amor el acento, tierno y bello.

Alberto
            Madariaga
(2011)
a Nadia

Sin tocarte te he tocado...

Sin tocarte, ya ves, que te he tocado,
y me ronda tu olor entre los dedos.
Tu mirada de abril alberga ruedos,
que son huellas de mí, cuando he llegado.

Tu silueta se anida con cuidado,
en mis trémulos soles de denuedos
y me dejas cantando desenredos,
que son flores naciendo en tu enrejado.

Sin llegar a tu lecho ya eres mía,
pues lo gritan tus ojos cada día,
cuando tiembla tu voz junto a mi oído.

Y sin verte en mis brazos, te he sentido,
conmoviendo mis mares de agonía
y guardándote toda en mi latido.

Alberto 
         Madariaga
(2011)
a Nadia

lunes, 19 de septiembre de 2011

Cápsula de búsqueda

¡Como te buscan mis horas todavía,
donde se fuerzan soles,
y un largo escaparate de sueños sin mirada,
se me escapan de los mares antiguos de mi sueño!
¡Cómo te buscan los olvidos ciegos!
¡Cómo te buscan!
Es una resistencia a la mirada sola,
es un cometa de manzanas y de libélulas
en medio de las aguas más calladas..
Sí, mis ansias te buscan,
como una luz en medio de la noche,
donde hay un faro entre la honda niebla
y los buques del viento se entrelazan al agua
sin desentrañar su celo eterno.
Y te leo en la búsqueda serena...
Pero se me ha cerrado el espacio donde no han llegado mis manos
y una muralla de intranquilas cosas,
han hecho más eterno el puente largo.
Y sin embargo:
Sí,
¡Cómo te busco todavía!

Alberto Madariaga 
(2011)
a Nadia

viernes, 16 de septiembre de 2011

El encuentro

Y es que me acuerdo de ti....
Con ebriedad de tu recuerdo,
con esta borrachera de nombrarte,
que a penas y en mi cuerpo deja fuerzas,
para exclamar mi sangre mientras corre.
Y es que me acuerdo de ti...
Mientrras que duermes mansamente
y yo, sin más sentido que mi pulso,
para narrar mi desventura.
No encuentro forma,
no encuentro asilo,
me faltas tú para sentirme,
como en la reja de un recuerdo
que me permite liberarme
entre palomas y jazmines,
entre las plazas y el recuerdo,
entre nombrarte y estrujarte
con este auleto cursi,
que el de adorarte sin descanso.
Ya son las siete y faltan quince,
para decir que en mi sosiego,
le restan menos abubillas
y yo nombrándote entre muros,
y tú, que faltas, vida mía.

Alberto Madariaga

(2011)

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Voy a morir de ti...

Voy a morir de ti, lo sé, lo siento.
Me lo predice el alma cada día,
pues no se me conforma el sentimiento,
ni quiero conformarlo todavía.

Ese final soñaba y no arrepiento,
la mística palabra entre la umbría,
que suelto cada tarde por el viento
y quede aprisionada en tu alegría.

Voy a morir de ti, de no arrancarte,
de no saber medir el desespero
y el cauce de este fuego en que me inflamo.

Tranquilo es el final en mi sendero...
Ya ves que moriré sin olvidarte
y entonces... ¿Qué más da? ¡Así te amo!

Alberto
                    Madariaga
(2011)
a Nadia

Canción de Amor.

¿Fue posible que yo no te supiera
cerca de mí, perdido en las miradas?
(Jaime Gil de Biedma)

 
Es la mirada lúgubre cortejo,
sin onda de crisol e iridiscencia,
a falta de la luz de tu existencia,
que siento abandonar y que no dejo.

Valles camina el paso con gracejo,
aceras que no acaban su vehemencia
y allí donde no bebo tu clemencia,
culmina mi suspiro en un bosquejo.

Tanta separación no la concibo,
tanta distancia extraña se convierte,
en un vaivén que juzgo insoportable.

Sólo sostiene al pecho un gran motivo,
una perpetua llama imperturbable:
este infinito amor, que es vida y muerte.

Alberto
               Madariaga
(2011)
a Nadia


martes, 6 de septiembre de 2011

Vértigo.


Te alejas de mí pensando
que me hiere tu presencia,
y no sabes que tu ausencia
es más dolorosa cuando
la soledad se va ahondando,
y en el silencio sombrío,
sin quererlo, a pesar mío,
oigo tu voz en el eco
y hallo tu forma en el hueco
que has dejado en el vacío.

(Xavier Villaurrutia)

Lentamente sentí un desprendimiento
de tu voz y mi voz. En tal dibujo,
una llama de sombras se produjo
y una flecha cavó mi pensamiento.

Pude ver a través del firmamento
de bochornos y hastíos, el embrujo
de la causa  febril que nos condujo,
al despierto crisol del finamiento.

En tu orilla, la culpa y la sorpresa.
En mi feudo, la muela de la herida,
y el orgullo latiendo en forma ilesa.

Duele ver el vaivén de la mordida,
en la sien del amor cuando nos besa
y es aquel quien soporta la partida.

Alberto
            Madariaga
(2011)
a Nadia



jueves, 1 de septiembre de 2011

Catarsis

Es ya muy tarde y torna el alma
a los bullicios exteriores de la rama y el jacinto...
Como se van perdiendo ya las nubes.
Desde la torre un mirlo,
se enlaza a los luceros
y yo me quedo al lado,
de la fiesta de auroras y de cometas
con esta soledad como testigo.
Parto desde el silencio ignoto.
Gotas que no terminan nuncan,
alambres de suspiros
se me derrumban lejos
y el corazón se torna hosco
sin oquedad alguna
cuando es el alma ansiosa quien llama a la ventana.
Verde que no termina,
azul que se estremece.
Ese Ying Yang de alondras y de huracanes
de mordidas sordas,
de escaramuzas que se enloquecen todas
al último alubión de una taza de lluvia por la noche.
Ya no recuerdo el día,
en que bebí la copa del delirio.
Hoy que no se cura el alma,
como me envidio viéndome al espejo,
lejano,
desterrado,
y vivo entre la noche.

Alberto
          Madariaga
(2011)
de "Bajo el Dosel"